Hoy es un día especial. Nos reunimos todos para homenajear a otra de las grandes estrellas de este nuestro club. No estoy hablando del polivalente "Apache" Ortego, ni del imponente "JT" Tudanca. Me refiero, ensanchistas, a Guillermito "el Gaucho". Tras varias campañas de gloria coordinando la plantilla del equipo desde la banda cacha, el veloz alero se ha ganado el apodo de "Correcaminos Guillermo". Velocidad, precisión y compañerismo son las insignias de su bandera, roja como su corazón. Tanto en sus magistrales desbordes por velocidad como en sus regates de ensueño, el corazón del equipo vuela sobre sus zapatillas para sembrar el terror en la defensa enemiga.
Todo un profesional, muchos miembros del cuerpo técnico aseguran no haber visto jamas jugador tan regular. Algunos describen su estilo comparándolo al de un avestruz, pero los más veteranos atribuyen su éxito a su liderazgo militarista, que le ha valido el sobrenombre de "Mariscal". Defendiendo una zona tan conflictiva como la banda, el número diez del ensanche sabe sacar oportunidades de donde no parece haberlas, para sumarse al ataque, sirviéndose in extremis de su preciso disparo a portería.
Si es velocidad, si es regate, si es disparo, si es polivalencia, si es compañerismo, ése es Guillermito Gaucho, el número diez del Ensanche, el Mariscal Correcaminos.
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